Con la sanción de la ley 24.240 de defensa del consumidor, en 1993, los usuarios presentan cada vez más denuncias. El ranking de reclamos de 2005, según los datos informados por distintas asociaciones de consumidores, fue liderado por las quejas por el mal funcionamiento de la telefonía celular, seguido de los reclamos por deficiencias de los electrodomésticos.
Sin embargo, en todas las asociaciones existe también otro ranking: el de los reclamos curiosos.
Sandra González, presidenta de la Asociación de Defensa de Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), recuerda el reclamo de un señor que había encargado la confección de un peluquín, pero el color no coincidía con el del pelo natural de la nuca. “En esa ocasión, la peluquería tuvo que rehacer el peluquín y el conflicto se solucionó”, dice.
En la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor de la ciudad de Buenos Aires, la lista de reclamos curiosos también es extensa. Entre los más llamativos se encuentra el caso de una mujer que se acercó y denunció que le habían vendido un perro “fallado”.
“Es que compró un animal con pedigree y se dio cuenta de que le faltaba un dedo. La derivamos a la Federación Cinológica Argentina”, dice Gonzalo Sallent, empleado de ese organismo.